Mi tierra es entre montañas que guardan grandes historias, tienen huellas de los indios,de los guerrilleros y militares también,su selva de yungas es muy tupida y verde,un verde intenso por la humedad del ambiente,ellas no están tan pobladas así que uno puede ser parte de la naturaleza,disfrutar del silencio repleto de trinos extraños.
La gente de montaña es sencilla,y es amable algo que en la ciudad se ve poco,cuando te ven te saludan cordialmente,así que uno se siente bienvenido.
Los sentires que me invaden en esos cerros son indescriptibles,me siento en mi escencia , en mi lugar en el mundo.
Al regresar a casa,al miedo diario por la creciente inseguridad ,da gusto cerrar los ojos y oler al cerro,reir de nuevo con las hazañas familiares en ellos,ver en el alma los verdes de cada planta,recordar los animalitos vistos,los pájaros etc.Son mi fuente de energía,no podría vivir lejos de ellos,son míos y yo soy de ellos.
No nací en Tucumán,vine cuando apenas tenía una año,mamé cerros,caminé en esta tierra tan bonita,que antes era así incluso en la ciudad,las ventanas siempre abiertas,la gente era tan cordial,lamento que el miedo nos haya vuelto desconfiados,individualistas.
De chica se jugaba en las veredas ,todos los vecinos felices ,las mamás se ponían al día en chismes y nosotros nos divertíamos mucho,cuando llegaba la navidad se cerraban las calles y todos los vecinos celebrábamos juntos, en carnaval igual,nadie se enojaba si lo mojábamos o tirábamos harina!.
Cambiamos no para bien,el progreso tiene esas cosas,más en el cerro todo es igual.
Por eso los amo! comer tortilla de rescoldo y mandarinas en el cerro es lo más! y si se puede un asadito en las parrillas que hay en la ruta mejor aun!
Cuando los dejo,me pasa como en la zamba del grillo que dice:Al regresar a los llanos yo le iba diciendo mi adiós al cerro!.

Comentarios

Franziska ha dicho que…
¡Qué hermosos recuerdos quedaron atrás! Eran otros tiempos. Era más humano el modo de vivir y compartir, hace sentir que eres de esa tierra, que tu gente es aquella. Te comprendo muy bien porque a mi me tocó vivir algo semejante en Asturias, donde pasaba los veranos de la infancia, con mis tías y primos. La vida del pueblo era algo muy especial que, desgraciadamente, fue cambiando para mal. Sin embargo, en mi corazón permanece inalterable, así como veo que le sucede al tuyo. Es muy bonito que puedas tener una experiencia tan gratificante. Me alegra saberlo.

Un abrazo. Franziska
Josep ha dicho que…
Gracias por explicar tus recuerdos, que yo los tomo por una tristeza de lo que se tuvo y ya no está.
Esto mismo, y si lo hacemos a mayor escala es la vida de los indigenas. Lo he denunciado muchas veces. Otra amiga mia Josefa Casas, también argentina, colaboradora de UNESCO a favor del Cono Sur y la gente que vive allí.
El otro dia el Papa Francisco denunció y pidió perdón por la conquista de América, y sobretodo de lo que hicieron los españoles.
Gracias por ser como eres.
Un beso.
Miguel ha dicho que…
Me gusta que la gente ame sus cosas, su tierra, su vida. No me gusta que la gente fuera venga a decir cómo tiene que ser la vida de las personas. El progreso no es eso.
Me encanta leerte plácidamente acorde con tu mundo. me encanta.

Un beso muy fuerte desde mi terraza mirando la calma del mar Mediterráneo.
Dani.. ha dicho que…
Qué hermoso!!!
Sólo pasaba a saludarte
y dejarte mi abrazo.
RosaMaría ha dicho que…
Una descripción plácida de lugares que todavía quedan en nuestro querido país. Por aquí las cosas se ponen muy duras y las tuve que vivir en mi familia, por suerte ya recuperada del "susto", cuesta mucho volver a salir "normalmente", pero la vida continúa y hay que enfrentarse a ello.
Me encantó tu prosa. Besos grandotes.

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